José Luis Espinel se distingue por su elegancia carnavalera
El vecino de El Charco dedica todo el año a idear, confeccionar y lucir el vestuario femenino más sorprendente. El de zahorí ha recibido más de 1.550 visualizaciones en su Instagram
Hay un personaje en el Carnaval de Fuerteventura que se ha convertido en toda una institución por sus fastuosos trajes femeninos: José Luis Espinel Morera, más conocido como la reina. Tiene 51 años y no hay traje de mujer que se le resista. Se crio en el barrio de El Charco y recuerda que su primer disfraz se lo hizo su madre, de seta, para el baile de mascaritas del colegio Millares Carló, con siete años. En los años 80 ya participaba en sus primeras cabalgatas por la capital. Sus hermanas le confeccionaron el segundo disfraz de su vida, uno de bebé, y desde ahí ya no ha parado.
"No sé de dónde sale mi vena carnavalera y artística porque en mi familia no son tan aficionados", confiesa. Recuerda de su infancia las colas con amigos para ver las galas y los bailes en la plaza de las Escuevas. "Siempre de adolescente te quieres disfraz de mujer y buscaba algo que ponerme. Me he vestido de mujer astronauta y me gustaba el de cantante". Durante años su pareja fue Claudia, la conocida funcionaria del Cabildo que falleció hace varios años. "Fue muy divertido cuando salimos como las K-Narias", rememora. "Aunque uno de mis favoritos es el de reina", añade.
Todo el mundo sabe lo perfeccionista y pulido que es José Luis con un disfraz. "Intento superarme cada año, pero el nivel que he conseguido es tan alto que cada vez me cuesta más". Vive todo el año volcado en sus disfraces. "Invierto bastante esfuerzo y dinero para conseguirlo, porque es una fiesta que me apasiona y la vivo con mucha emoción", destaca.
El disfraz de José Luis Espinel es todo un acontecimiento en el Carnaval capitalino. Mascaritas y vecinos esperan con impaciencia su aparición estelar con el nuevo vestuario. "Lo guardo en secreto todo el año", insiste. Sorprendió el pasado febrero en su fiesta de cumpleaños al aparecer ataviado con el abrigo negro, zapatos y sombrero recto imitando a Melania Trump, outfit que portó en la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Más tarde, Espinel se cambió de ropa para cortar la tarta y lució el vestido blanco de gala, imitación perfecta al de Melania Trump en este mismo día.
"Si me hago un traje tiene que ser lo más exacto posible al personaje". Todo eso lo consigue gracias a su equipo, como Justi, el sastre, Lola, costurera en El Charco, la modista Mar, Marga la maquilladora y muchas más, como por ejemplo la diseñadora Pilar Suárez.
"En Madrid hay una tienda especializada en pelucas, que trabaja con el cine, que las confecciona por encargo y es donde más compro, tengo una de pelo natural de un comercio de Valencia, pero me sentí mal porque trabajan con personas con cáncer y fue triste. En una peluca te puedes gastar desde 100 a 4.000 euros", advierte.
En cada Carnaval, José Luis puede estrenar hasta ocho trajes. "Compro en comercios de la Península porque para conseguir telas, sombreros o zapatos hay que conocer muchos establecimientos, muchas cosas no se consiguen ni en las islas capitalinas", indica.
Entre sus vestuarios más conocidos y fastuosos está el de la reina Isabel, el Carnaval de Venecia, la cortesana medieval, las meninas de Velázquez o el de las mujeres del cuadro Paseo a orillas del mar, de Soroya, con sus preciosos trajes blancos, pamelas y sombrilla. "He llevado trajes de mujer de una variedad de estilos y épocas", añade.
El año pasado generó una gran expectación su traje de Rose, de Titanic, cuando llega al muelle con la maleta antigua y sombrilla, muy acorde con el Carnaval de Día de Puerto. "Fue muy especial para mí y espectacular porque conseguí un vestuario exacto, una réplica de la tela y el diseño, y me quedé encantado con el resultado". De hecho, encargó la tela en Estados Unidos. Vive la fiesta tan intensamente que ya piensa en el disfraz del Carnaval 2026.
En la presente edición, con su vestuario de mujer zahorí en el Carnaval de África ha recibido más de 1.550 visitas en su Instagram y ha salido en diferentes medios de comunicación. Llevaba un vestido colorido hasta los pies con capa, turbante, peluca de rizos y el péndulo tradicional. El domingo 2 de marzo, en el Carnaval de Día de Puerto del Rosario, presentó un espectacular vestuario de mujer mexicana, bajo la temática de la fiesta de los muertos, con un maquillaje impecable, que lo hacía irreconocible. También desfiló como gran dama de los años 20.
"Me lo paso pipa, lo que me gusta es interactuar con el público en la calle, la broma, un chiste, cantar y bailar sin mirar el reloj", afirma. Espinel reconoce que son muchos años de Carnaval y a veces cuesta meterse en el personaje, pero una vez en la calle y con el ambiente festivo siempre lo pasa genial. "Tengo mi grupo de amigos y amigas, sé por dónde andan pero mi acto favorito es la cabalgata de Puerto del Rosario y me gusta salir solo. Hay puntos del recorrido en los que conozco gente, me esperan, me reciben con mucho cariño, me aplauden… es el mejor día del año". También acude a la cabalgata de Corralejo por el ambientazo que se genera este día en el pueblo norteño, y reconoce que ha mejorado en participación la fiesta de día en el Norte.
Espinel estudió la carrera en La Laguna, descubrió y se enamoró del Carnaval de Tenerife y acude cada año: "Siempre tengo mis trajes para Tenerife, me encanta y me lo paso muy bien, tengo muchos amigos allí".
Otro detalle que le distingue es el cuidado que pone en cada vestuario. Cuando termina una fiesta lo lleva a la lavandería y lo guarda con esmero en una caja con fecha e identificación del disfraz. De tal modo que podría organizar una exposición con su extenso ropero carnavalero. "Tengo un espacio en el garaje y me gusta guardarlos bien porque son una joya para mí. Si quiero volver a ponerme uno antiguo, los tengo todos perfectamente ordenados", desvela.
Algunos complementos los reutiliza varias veces, aunque reconoce que se gasta un dineral en telas y accesorios para estrenar cosas nuevas cada año. El Carnaval, para José Luis, es "diversión, fantasía, imaginación y una liberación", concluye. Por eso invita a la gente a que disfrute y viva la fiesta a lo grande.
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