El historiador e investigador Francisco Cerdeña ha registrado en el Cabildo de Fuerteventura una petición para que se incoe el expediente para que la ermita del Ángel, una edificación del siglo XVII anterior a la actual iglesia de Santa Ana, en Casillas del Ángel, sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

En el documento, Cerdeña destaca la importancia histórica de la ermita del Ángel de la Guarda anexa al cementerio de la localidad. “Se trata del primer templo construido en Casillas del Ángel, anterior a la iglesia parroquial de Casillas del Ángel construida entre 1730 y 1781, y edificada también casi cincuenta años antes que la ermita de La Ampuyenta” por lo que “ya es recomendable como sitio histórico”.

A lo largo de estos siglos, la edificación ha estado expuesta a varias modificaciones que han desvirtuado el templo primitivo. Cerdeña remonta, la primera de ellas, a la década de 1830 cuando, a raíz de la Ley de Cementerios, el Ayuntamiento de entonces decidió la construcción del camposanto. Por suerte, optaron, en aquel momento, por conservar el templo y la imagen del Santo Ángel.

La segunda remodelación se produjo en 2020 cuando el mundo estaba inmerso en la pandemia del covid-19. Desde el Ayuntamiento de Puerto del Rosario vendieron a bombo y platillo una restauración de la ermita que acabó despojando la techumbre de sus tejas antiguas.

Horas después de dar registro a la solicitud para que se incoe el expediente para su declaración como BIC en la sede del Cabildo majorero, Cerdeña cuenta que  la ermita del Ángel de la Guarda fue erigida por Ana Rodríguez Sanabria (o Senabria), quien aportó el dinero para que, con licencia del visitador episcopal, licenciado Diego Rodríguez de la Paz, “se hiciera la ermita y la imagen del Ángel de la Guarda que aún se conserva”.

El historiador explica que “nos encontramos ante una de las ermitas majoreras que se erigió siguiendo la tipología fundacional de tipo familiar, un modelo que predominó durante el siglo XVII en nuestra Isla” y que siguieron otros santuarios como el de Guadalupe de Agua de Bueyes, San Andrés de Tetir, la derruida del Rosario en La Oliva, Buen Viaje del Tostón o San Pedro de Alcántara de Ampuyenta.

Además, destaca cómo la ermita se levanta en el paraje conocido en el XVII como El Verodal, un terreno que vio el despegar del núcleo de Casillas del Ángel años después.

Cerdeña también incide en el valor arquitectónico de la pequeña ermita con una fachada en la que aún se conserva la portada con arco de medio punto además de la imagen del Santo Ángel y los frontales del altar en el interior de la ermita. Con su declaración y protección por parte de la Ley de Patrimonio Cultural cree que el templo dejaría de estar al desamparo y expuesto a futuras “remodelaciones” que pudieran afectar al edificio.