La Audiencia Provincial juzga este miércoles a los dos responsables de una asociación cannábica en Fuerteventura, que están acusados de un delito de tráfico de drogas y de otro de asociación ilícita. Al presidente, T.C., la Fiscalía le solicita cinco años de prisión y a la secretaria, V.D.A., le pide cuatro años de cárcel.

En la madrugada del 25 de octubre de 2019, las fuerzas y cuerpos de seguridad accedieron al local de la asociación cannábica y se incautaron de 546 gramos de marihuana y 92,47 gramos de hojas de la planta, cuyo valor de venta al público ascendería a 3.243 euros.

En el escrito de acusación de la Fiscalía se incide en que los acusados utilizaron “la forma jurídica de asociación para otorgar una apariencia de legalidad a su actividad de ilícita venta de droga a terceros”, para lo cual fundador la entidad el 1 de diciembre de 2015.

Así, le dieron “la apariencia de asociación sin ánimo de lucro, para a través del local de la misma, proceder a lucrarse mediante la venta a terceros de marihuana, previo su cultivo”. Los compradores adquirían en el local la marihuana “y se la llevaban consigo para su consumo fuera de las instalaciones si lo deseaban, upes no existía un control al efecto”.

Para la Fiscalía, los hechos son constitutivos de un delito de tráfico de drogas, en su modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud y de un delito de asociación ilícita. Para el presidente, el Ministerio Fiscal pide cinco años de cárcel (dos por el tráfico de drogas y tres por la asociación ilícita”, así como multas que suman 12.400 euros.

Por su parte, para la secretaria de la asociación la petición de condena asciende a cuatro años de prisión (dos por cada delito imputado), además de multas que suman 9.400 euros.

La Fiscalía también solicita que la Audiencia dicte la disolución del colectivo y el decomiso definitivo de la droga, efectos y dinero incautados.

Quejas vecinales

En las fechas en que se produjo la entrada y registro, la Guardia Civil informó de que había recibido varias quejas vecinales por las molestias provocadas por el fuerte olor a marihuana de una determinada asociación cannábica de la localidad de Corralejo, además de la supuesta venta de dicha sustancia psicotrópica a turistas y menores, ajenos al grupo de socios que conformaban el colectivo.

Los agentes descubrieron en el interior de la asociación una estancia anexa en donde se había construido una zona de germinación de marihuana con 12 semilleros, más una zona de cultivo con 37 plantas, listas para ser recogidas.

Los agentes observaron que tanto en la zona de cultivo como en la de germinación existían un entramado de lámparas de alto voltaje, transformadores, aparato de aire acondicionado, estación meteorológica, tubos de extracción de humos, químicos para el cultivo y materiales propios del tratamiento de la marihuana, siendo todo ello intervenido y puesto a disposición judicial.