El pasado septiembre, Yurena Pérez Alonso fue nombrada directora insular de Educación, un cargo que asumió con el firme compromiso de trabajar para mejorar la calidad educativa de Fuerteventura. Maestra en el colegio Cristóbal García Blairzy de Gran Tarajal desde hace ocho años, recibió una gran sorpresa cuando la designaron para este cargo, ya que no iba en listas electorales. Desde el primer día se propuso visitar todos los centros de Fuerteventura y conocer a fondo la realidad educativa insular para avanzar en calidad.

“Reconozco la masificación que soportan colegios e institutos de Fuerteventura y voy a poner todos los recursos a mi alcance para solucionarla”, destaca. Para Pérez Alonso, escuchar a los equipos directivos de los centros ha sido una prioridad y deseaba visitarlos para conocer la problemática de cada uno. También ha podido revisar el estado de sus instalaciones, como por ejemplo los “desperfectos” en el IES Jandía, al que ya ha enviado técnicos de la Consejería para realizar un informe y evaluar los daños para su reparación lo antes posible.

A su juicio, cada colegio o instituto presenta una situación diferente. “Observamos que los centros de las zonas turísticas, como Corralejo o Jandía, reciben mucho alumnado nuevo, hay multiculturalidad y se necesitan unos recursos diferentes a los centros del interior o de la capital, pero vamos a escuchar a toda la comunidad educativa y vamos a trabajar en la mejora de la educación en Fuerteventura”, insiste.

Una de las demandas históricas es para el IES La Lajita y se compromete a intentar agilizar los problemas existentes y sacar adelante el proyecto. “No puedo dar una fecha de inicio de obras, pero reconozco que es un centro muy necesario en la zona sur y espero que, de una vez, se pueda sacar a licitación, porque es importante para la enseñanza del futuro en la Isla”, mantiene.

Una de las mayores alegrías llegará el próximo curso, con la inauguración del CEIP El Castillo. “Este nuevo colegio va a suponer un respiro para los CEIP de El Matorral y Triquivijate, que estaban llenos al recibir al alumnado de toda la zona centro, y también va a ser importante para las familias que residen en esta localidad, porque evitan los desplazamientos y se hace historia, al ser el primero en este pueblo”, asegura Pérez Alonso.

Plazas de Infantil

Otra apertura muy esperada que llegará en enero son las aulas de Infantil de dos años en todos los municipios majoreros, a las que se incorporarán por primera vez 148 estudiantes. “He visitado estas aulas, que están perfectamente acondicionadas pero no están terminadas, requieren materiales y mobiliario para esa edad y un profesorado especializado”, informa Pérez Alonso. Las familias demandan poder estrenarlas cuanto antes. “Esas aulas serán gestionadas dentro del sistema educativo público y suponen una gran ventaja para el alumnado, ya que facilita su integración temprana y un ahorro para las familias”. Todas las plazas de Infantil que oferta Educación son de gestión pública y “no se contempla la subcontratación privada de ese servicio en Fuerteventura”, aclara.

En enero abrirán en la Isla las aulas de infantil de dos años para 148 alumnos

La directora insular de Educación también se compromete a apoyar e impulsar las escuelas unitarias. Una red de centros pequeños, localizados en núcleos aislados y rurales, en el caso de Fuerteventura en La Ampuyenta, Tindaya, Valles de Ortega, Valle de Santa Inés, Betancuria o Vega de Río Palmas. “La educación que se imparte en esos centros es muy valiosa, con una atención muy personalizada, con alumnado de diferentes edades, padres y familias muy implicadas y con un profesorado que rota por las unitarias”, subraya.

“Creo que las unitarias no están en peligro de desaparecer, algunas han padecido la falta de alumnado y ese temor al cierre, pero se mantienen y son una joya del sistema educativo majorero”, señala. “Son colegios muy implicados con la cultura y tradiciones del pueblo, y ese alumnado crece con esos valores y ese amor por su entorno y sus fiestas. Además, en ellos se realiza un trabajo ejemplar y muy valioso, espero que se conserven en el futuro y no sufran recortes por falta de habitantes”, repasa.

“En los lugares más alejados, o donde hay menos actividades, los colegios se convierten en centros de cultura, de unión de la comunidad entre padres, estudiantes, profesores, asociaciones y eso es muy bonito”, reconoce Yurena. Un ejemplo ha sido el CEIP El Cotillo, que comenzó como un colegio pequeño pero que se ha multiplicado con la llegada de más población a vivir a la zona, aunque sin perder la esencia de colegio como referente cultural, en el que participa todo el vecindario.

Aulas modulares

La masificación de alumnado que soportan los institutos y algunos centros de Primaria, que demandan más espacio para poder cumplir con las ratios, ha derivado en la reaparición de aulas modulares. El IES Corralejo cuenta con dos aulas prefabricadas y también han necesitado un refuerzo en Costa Calma y otros colegios de la zona sur.

Concretamente, desde el IES Corralejo se mostró preocupación este inicio de curso por la falta de espacio ante el volumen de alumnado que soporta. Un centro que ha pedido su ampliación urgente, ya que todas las zonas comunes están ocupadas, y surgen nuevos problemas y necesidades. El equipo directivo demandó dos nuevas aulas, y más personal subalterno y de servicios. El curso pasado contaba con 860 estudiantes y 88 docentes. El equipo directivo destacó que este instituto recibe alumnado durante todo el curso en la etapa obligatoria debido al enorme movimiento de población flotante que registra la localidad de Corralejo durante todo el año. No obstante, la Isla destaca por la buena integración del alumnado foráneo, sin conflictos ni enfrentamientos significativos en las aulas.