La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzga el próximo martes al acusado de abusar y agredir sexualmente, de forma reiterada, a una niña en la isla de Fuerteventura.

La Fiscalía solicita que se le imponga una condena de 15 años de prisión, así como otros ocho años de libertad vigilada.

En el escrito de acusación se apunta que “en distintas ocasiones”, al menos en octubre de 2013, en diciembre de 2014, a finales de diciembre de 2017, en diciembre de 2018 y en el mismo mes de 2020, se produjeron los abusos y agresiones.

El Ministerio Fiscal apunta que los delitos se cometieron en el domicilio de la menor, en la localidad de Corralejo,  salvo la segunda ocasión, que la llevó hasta su casa, “con evidente e inequívoco ánimo libidinoso y a sabiendas de su manifiesta ilegalidad, aprovechando su condición de amigo íntimo de la familia”.

En las dos primeras ocasiones, en 2013 y 2014, la niña tenía casi siete, y ocho años, respectivamente. Según la acusación, le tocó reiteradamente sus pechos y zonas genitales.

En diciembre de 2017 y en el mismo mes de 2018, cuando la niña acababa de cumplir 11 y 12 años, respectivamente, “además de repetir los mismos tocamientos en las indicadas zonas, la besó insistentemente por todo el cuerpo”.

“Luego, para vencer la resistencia física y verbal de la víctima, tras empujarla contra la puerta de su dormitorio y tirarla con fuerza contra la cama mientras le decía que nadie la iba a creer y que era una niña ingenua y estúpida, la penetró vaginalmente reiteradas veces”, se detalla en el escrito de acusación.

En diciembre de 2020, el día que la menor cumplió 14 años, el acusado “consiguió nuevamente, al agarrarle por la cadera, tocarle el culo y besarla contra su voluntad pero no consumar más actos sexuales al conseguir la menor soltarse y huir hacia el interior de la vivienda donde estaba su madre”.

El procesado está en prisión provisional por esta causa desde abril de 2021. La Fiscalía le acusa de un delito continuado de abuso y agresión sexual a menor de 16 años, con la circunstancia agravante de reincidencia.

Además de los 15 años de cárcel y la libertad vigilada otros ocho años, el Ministerio Fiscal solicita la prohibición de acercarse a la víctima durante 20 años y una indemnización de 30.000 euros “por los daños y secuelas padecidos”.