El sábado hubo una manifestación en Santa Cruz de Tenerife bajo el lema ‘Salvar Tenerife'. Acudieron varios miles de personas convocadas por organizaciones y plataformas, básicamente por las redes sociales, sin mucha antelación y escaso o nulo apoyo mediático. No ha tenido apenas repercusión en los medios tradicionales, ni antes ni después.

Esto da lugar a varias reflexiones. La primera es que Canarias es, evidentemente, un territorio fragmentado, pero no solo en lo geográfico.

En Tenerife, el proyecto de urbanización del puertito de Adfeje es la gota que colma el vaso. Se protesta por esta urbanización de capital belga, de 420 villas y un hotel en una de las pocas playas que quedan en esa isla sin urbanizar, pero también por el Hotel de La Tejita, el circuito del motor, el Puerto de Fonsalía o los vertidos al mar. Se habla del destrozo del medio natural y no tanto de legalidad o ilegalidad. Se protesta por un modelo caduco, innecesario e ineficaz. No hace falta consumir más territorio para que los beneficios sean privados. Ya no cuela lo de la creación de empleo.

Los convocantes piden una moratoria turística, como en Baleares, que el Gobierno acaba de descartar. Si CC y PP estuvieran gobernando, los partidos que ahora gobiernan pedirían la Moratoria.

Sobre los medios cabe otra reflexión. Un día después de la manifestación, la protesta no aparece en las ediciones digitales de los dos principales periódicos de esa Isla. Cubrieron la protesta por agencias. Es decir, no la cubrieron. Unos días antes publicaron sendos publirreportajes sobre la urbanización con joyas de este calibre:

“Un nuevo proyecto turístico en el litoral de Adeje mejorará el paisaje y los servicios en la zona del Puertito”. “El complejo, de carácter sostenible, contribuye a diversificar el modelo turístico y está orientado a un servicio de calidad, que consume menos recursos y genera menos residuos”. Y termina así: “El proyecto es una apuesta con responsabilidad medioambiental y cercana al modelo turístico que se ha apostado en Canarias, donde los viajeros buscan un concepto de turismo que sea sostenible, tenga identidad local y respete su lugar en la naturaleza”.

Y el otro decía en su titular: “La sostenibilidad y el respeto al entorno marcan los planes de futuro del Puertito”. En el texto: “La denominación de Cuna del Alma se utiliza por sensibilidad con la zona. Se ha ideado desde una perspectiva de respeto medioambiental y de integración con el paisaje, ya que la zona en la que se plantea la actuación ha sufrido un importante deterioro en los últimos años debido a la acción humana. Este proyecto, por tanto, pretende recuperar el alma de este emblemático lugar del sur de Tenerife, potenciando sus características naturales”.

Después, si pierden las elecciones, unos dirán que no han sabido explicar bien su mensaje, y ante la pérdida de credibilidad, otros hablarán de modelos de negocio. Y en privado dirán que es que la gente no tiene criterio.