El aumento de la capacidad de acogida hasta los 704 visitantes en Isla de Lobos ha salido este viernes a información pública durante un periodo de dos meses. La expectativa del consejero de Ordenación del Territorio, Sergio Lloret, es que la modificación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) entre en vigor antes de finalizar el año.

Todos los grupos políticos del Cabildo, gobernado por PSOE, NC-AMF y Podemos, aprobaron sacar a información pública el documento de aprobación inicial de la modificación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de Lobos. El acuerdo se adoptó el pasado mes de mayo y el periodo oficial de información pública se abrió este viernes.

El actual planeamiento contempla una capacidad de 200 visitantes. Desde el Cabildo majorero, en el pasado mandato, se puso en marcha un sistema de control tras producirse una serie de denuncias por el incumplimiento del PRUG.

El Cabildo aplicó desde enero del año pasado la interpretación de que se trataba de 200 visitantes al mismo tiempo, no al día, y estableció dos turnos para acceder al islote, para lo que había que obtener un permiso previo, con independencia del modo en el que se llegaba a Lobos.

Una vez finalizado un periodo previo de consultas, el pleno del Cabildo acordó en mayo sacar la modificación del Plan a información pública durante dos meses para recibir alegaciones. En el caso de que fueran estimadas e implicasen cambios “sustanciales”, el nuevo planeamiento tendría que volver a salir a exposición pública.

No obstante, Lloret ha descartado prácticamente ese escenario, de tal manera que, cuando concluya el inminente periodo de información pública y se respondan las alegaciones, el documento volvería al salón de plenos del Cabildo para su aprobación definitiva y posterior entrada en vigor. A finales de mayo, Lloret estimó que en “unos cuatro meses” estaría listo el procedimiento.

Las alternativas planteadas

En el estudio encargado por el Cabildo para modificar el Plan Rector de Lobos se barajaron tres alternativas: mantener la capacidad de acogida en 200 visitantes, aumentarla hasta los 1.309 al día o, la finalmente escogida, de 704 visitantes por jornada.

La cifra de visitantes escogida supone incrementar en un 76 por ciento la actual capacidad máxima de acogida en Lobos. En el verano de 2018 se desató la polémica por la elevada llegada de visitantes al islote, que Podemos llegó a calcular en más de 2.000 personas al día, y por la entrada de taxis acuáticos a la zona del Puertito, considerado un buen espacio para el baño.

La pretendida exclusividad empresarial

El traslado de turistas a Lobos y la organización de excursiones se ha convertido en un apetecible negocio en los últimos años, en los que el islote se ha promocionado como uno de los lugares de Fuerteventura de imprescindible visita.

Una naviera planteó en sus alegaciones que “solo” las empresas con licencia de línea regular pudieran llevar visitantes al islote

Entre las alegaciones presentadas a la modificación del PRUG en la fase previa se encuentra la de Nortour SL, que solicitó que se tuviera en cuenta que “ha sido la única empresa que cuenta con licencia de línea regular concedida por el Gobierno central”.

En ese sentido, reclamó que “solo sean las empresas con línea regular autorizadas las que se tomen en especial consideración en el cupo máximo de carga de 704 personas propuesto”.

En la contestación en la fase previa del expediente, desde el Cabildo se argumentó que “lo solicitado por la citada empresa excede de las competencias legales establecidas en la normativa aplicable”.

Los ecologistas piden no aumentar visitantes

Por su parte, la asociación para la defensa de la naturaleza WWF planteó que “de manera inicial” no se procediera a aumentar la capacidad de acogida del islote, sino que continuara siendo de 400 personas por día.

Desde el Cabildo se contestó que la organización ecologista no aportaba “el método o modo por el que se llega a dicha cifra”, que en cualquier caso era ya la que la propia institución insular ha venido aplicando.

WWF también sugirió que se estableciera una capacidad de carga “específica” para los lugares “más vulnerables”, donde exista “flora y fauna” que estén “amenazadas”. Sin embargo, se rechazó también por cuanto se considera desde el Cabildo que eso supondría modificar la zonificación del Parque Natural y conllevaría una “modificación sustancial” del planeamiento y no un cambio “menor”, que es lo que se está tramitando.