Unas 200 personas se concentraron este sábado por la tarde en las inmediaciones del Ayuntamiento de Puerto del Rosario para protestar por la instalación de tuberías para el transporte de combustible en ocho calles de la capital majorera.

El portavoz vecinal, Francisco Ruiz Cerpa, representante del colectivo de residentes de las 90 viviendas, una de las zonas afectadas, destacó que no ha sido “nunca” su intención “politizar” la reivindicación vecinal, aunque añadió que “no cabe duda” de que para enfrentarse al proyecto de DISA tiene que posicionarse “toda la sociedad majorera”.

Ruiz Cerpa recordó cómo descubrieron el inicio de las obras de canalización de tuberías de combustible: “Una mañana nos levantamos y comprobamos cómo unos trabajadores, a toda velocidad, colocaban una vaya a un ritmo que ya nos gustaría ver en nuestras calles” cuando se hacen obras públicas.

El portavoz vecinal rememoró que preguntaron en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario y que, en un primer momento, les dijeron que se trataba de una tubería y pensaron que sería una canalización de agua o alguna intervención en el alcantarillado. “Pero a los días, unos obreros nos comunican que son las tuberías” de gas y otros combustibles, explicó. Es entonces cuando “la alarma se dispara” y los vecinos de las 90 y las 91 viviendas se empiezan a reunir y recaban detalles de las obras.

“Entendemos que estas canalizaciones son una bomba”, recalcó en su intervención Ruiz Cerpa, quien agregó que “por mucha seguridad que se tenga siempre puede pasar algo” y agregó que “hay muchos antecedentes de escapes”. También abundó en que no quieren “más parcheos” en las calles” y recalcó que las tuberías pasan a apenas 10 metros de colegios como San José de Calasanz, con medio millar de alumnos.

El portavoz vecinal reclamó “agotar todas las vías de dialogo con DISA”, recalcó que la licencia ha sido “rechazada por todos los partidos”, incluidos Coalición Canaria y PSOE, que forman parte del grupo de gobierno municipal y cuyos concejales otorgaron la licencia a la compañía.

En su intervención, el representante de los vecinos insistió en que “hay que hacer entender a DISA que hay que corregir esta situación”, aunque la fórmula sea “un poco más costosa”, por “el bien de la población de Puerto del Rosario”.

En ese sentido, avisó de que “DISA es una empresa privada que actúa en Canarias con múltiples negocios”, entre ellos gasolineras, y “tendría que entender que ante este rechazo social tiene que modificar la idea de canalizar sus tuberías a través de nuestra ciudad”.

“Preocupación”

Por otra parte, el portavoz vecinal destacó la “preocupación” que tienen los residentes por “el estado de los pilares” de las 91 viviendas, “ya que estos edificios están construidos sobre una losa” y se encuentran “en un estado penoso”. “Cuando las picas pasen por esos edificios, a escasos 10 metros, pueden sufrir importantes daños”, auguró, al tiempo que advirtió que “los edificios de las 90 viviendas también tienen unos amarres chapuceros hechos por el Ayuntamiento” y no saben “si los balcones aguantarán las obras”.