La sección segunda de la Audiencia provincial de Las Palmas confirmó con un auto que se mantenga el cierre temporal y la actividad de la granja caprina de la Cuesta de Guerime, en Montaña Cardón hasta que se resuelva la causa.

La Fiscalía solicita más de cinco años de cárcel para Tomás Cabrera por un delito contra la ordenación del territorio, que instruye el Juzgado número 3 de Puerto del Rosario, que ya ha abierto juicio oral.

La licencia de la granja ya ha sido anulada por sentencia firme. El permiso autorizaba una edificación de 299 metros cuadrados, pero no el desmonte de 7.000 metros ni la instalación de corrales que ocupa una superficie de 4.000 más.

Según la Audiencia, la Granja funciona sin haber obtenido licencia de actividad ni tampoco la declaración de impacto ecológico legalmente exigidas. Las obras causan “un impacto visual y al medio ambiente”, según un informe de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural del Gobierno de Canarias. Tanto el impacto ambiental como el visual justifican la medida de cierre cautelar, según la resolución de la Audiencia, de este mes pasado mes de junio.

La propiedad de la Granja había solicitado su reapertura argumentando que los perjuicios de su cierre serán “irreparables” y que “los indicios analizados no son suficientes” para justificar esta medida.

En su recurso, Tomás Cabrera señala que fue su padre, Lázaro Cabrera, exconsejero de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, quien promovió la obra en el año 2002 y que se ajustaba a los requisitos entonces exigidos, “surgiendo dudas razonables en cuanto al acomodo de la construcción a la legalidad sin que se hayan valorado los informes aportados por la defensa, emitidos por la Agencia de Protección del Medio Urbano y Rural, que vienen a concluir en la compatibilidad de la instalación pecuaria con el planeamiento vigente en el momento de la ejecución de las obras y con el planeamiento actual”.

El propietario también niega el exceso de edificabilidad, cuestiona que se pueda considerar construcción el asfaltado del camino y que se hizo por iniciativa de todos los vecinos. También alegaba que el Ayuntamiento de Pájara no ha resuelto el expediente municipal sobre la licencia de actividad después de trece años y que se encuentra “paralizado por la inactividad y desidia de la administración pública”.

La Fiscalía pide una pena de más de cinco años de cárcel para el promotor, Tomás Cabrera

También niega la acumulación de residuos porque la granja cuenta con todos los permisos administrativos necesarios para su actividad y funcionamiento, incluidos los relativos a la depuración de aguas y retirada de residuos.

Además, resalta que no todas las zonas de Montaña Cardón, que es un espacio natural protegido, “gozan de la misma riqueza natural y así se recoge en las normas de conservación de Montaña Cardón”.

Exceso de construcción

La Audiencia considera que hay indicios que permiten fundamentar el mantenimiento de la medida cautelar. En primer lugar, destacan que Tomás Cabrera habría llevado a cabo en la parcela 12B de la Cuesta de Guerime la construcción de la granja en base a una licencia urbanística obtenida en 2002 pero que “habría construido más de lo permitido en la referida licencia”.

“Concretamente -señala el auto- habría llevado a cabo actuaciones de transformación de suelo, con desmonte y asfaltado, sin contar con la correspondiente licencia urbanística y con notable repercusión para el medio ambiente”.

También subraya la Audiencia que el propietario no aportó el informe favorable sobre impacto medioambiental y que lleva a cabo la explotación de una granja caprina y actividad de quesería sin la pertinente licencia de actividad.

En cuanto al grado de protección de las distintas zonas de la montaña, dice el tribunal que “deberán ser objeto de debate, en su caso, en el juicio oral, debiendo estar, a los efectos de justificar o no la adopción de una medida de estas características, a lo informado por el Cabildo de Fuerteventura, en cuanto a que la existencia de la granja afectaría a dos especies protegidas directamente y no solo a dichas especies, sino a la montaña en su conjunto por los hábitats y especies que alberga”.