La comunidad británica en Fuerteventura se ha despertado este lunes con el anuncio de la quiebra de Thomas Cook, una noticia que viven con preocupación y tristeza y más después de saber que los vuelos que tenían reservados a Gran Bretaña para Navidad han sido cancelados.

Así lo explica, en declaraciones a Efe, la concejal de Turismo y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Antigua, Deborah Carol Edginton, una escocesa residente en Fuerteventura desde hace 23 años y en contacto continuo con los residentes británicos en la isla.

Según datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), 3.730 británicos estaban empadronados en 2018 en Fuerteventura, la mayoría de ellos en las localidades turísticas de Caleta de Fuste, en Antigua, y Corralejo, en el municipio de La Oliva.

Deborah Edginton reconoce que este lunes es un día muy triste para los británicos, además la población está "en shock al ver cómo una empresa tan grande se queda en esta situación".

La concejal de Alternativa por Antigua (ALxAN) es crítica con el Gobierno británico, al que reprocha que, con tema del brexit, "no ha querido echar una mano para salvar a una de nuestras empresas".

Desde que conoció el anuncio del cierre del turoperador, Deborah ha podido hablar con algunos de sus compatriotas y seguir el rastro de otros a través de las redes sociales. El sentimiento común es el de tristeza y más cuando algunos ya tenían vuelos reservados para viajar a Reino Unido en Navidad para ver a sus familias.

Piers Handley lleva un cuarto de siglo en Fuerteventura, durante años editó un periódico en inglés "Fuertextra", dirigido a la comunidad británica residente en la isla, hasta que lo vendió. Ahora regenta una tienda de comida inglesa en la zona de Caleta de Fuste.

Este británico es uno de los afectados por el cierre de Thomas Cook. Su esposa, sus dos hijos y él tenían previsto viajar una semana durante la Navidad a Reino Unido.

Después de pagar 500 euros en pasajes, los Handley han visto cómo su vuelo se cancelaba

Después de pagar 500 euros en pasajes, los Handley han visto cómo su vuelo se cancelaba, ahora esperan poder recuperar el dinero e intentan comprar nuevos billetes con otra compañía.

Tendrán que buscar en otras aerolíneas, pero "se han aprovechado y los precios han subido de ayer a hoy", explica Piers Handley que, de momento, no se plantea renunciar a ver a sus familiares por Navidad.

Este británico ha hablado esta mañana con un compatriota que tenía pensado viajar este sábado a Fuerteventura y ahora no sabe qué hacer; también con una familia que viaja ese mismo día desde la isla a Gran Bretaña y ahora están a la espera de ver cuándo salen sus nombres en los listados y saber cómo regresar a su país.

"Es una lástima enorme para la empresa que, después de tantos años funcionando, ahora tenga que tomar estas medidas", concluye Piers Handley.