Los 28 adultos, 18 hombres y 10 mujeres, de la última patera que llegó a Fuerteventura el pasado sábado, están siendo atendidos en las instalaciones de la iglesia evangélica Misión Cristina Moderna en Puerto del Rosario.

Esa es la salida que han dado las autoridades ante la falta de plazas en los centros de internamiento de extranjeros en el Archipiélago. En la actualidad solo se encuentra abierto el de Hoya Fría, en Tenerife, al estar en reformas el centro de Barranco Seco, en Gran Canaria.

Como se recordará, Fuerteventura carece en la actualidad de centro de internamiento de extranjeros. Las instalaciones que se utilizaban, en el acuartelamiento Teniente Coronel Valenzuela, se encontraban en desuso desde 2012, a pesar de lo cual el Gobierno seguía desembolsando alrededor de un millón al año por contratos de mantenimiento.

El actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, confirmó en junio del año pasado, al poco de llegar al cargo y tras la polémica generada por el gasto millonario en un centro de internamiento vacío, su eliminación como recurso para la acogida de migrantes.

De esta manera, tal y como sucedió meses atrás, las autoridades han recurrido a Misión Cristina Moderna, que ha aceptado la petición. A través de las redes sociales, la entidad religiosa ha precisado que pueden “dar respuesta” al grupo de 28 migrantes adultos, “en igualdad de condiciones al resto de los usuarios”.

De esta manera, añade Misión Cristiana Moderna, los adultos llegados en la última patera a Gran Tarajal, tendrían “derecho a albergue por un tiempo de 10 días, duchas y comedor social”. A bordo de la embarcación viajaban también dos menores de edad.